Año: 2019
Duración: 107 min.
País: Canadá
Dirección; Jen Soska, Sylvia Soska
Guion: John Serge, Jen Soska, Sylvia Soska
Reparto; Laura Vandervoort, CM Punk, Ben Hollingsworth, Mackenzie Gray, Ted Atherton,
Remake de la mítica película de Cronember, dirigida por las hermanas Soska, que tienen experiencia en esto de «la carne», con películas como Amerycan Mary.
na diseñadora está teniendo dificultades para destacar en el mundo de la alta costura entre modelos de belleza impecable, incluyendo a su propia compañera de cuarto. Relegada al papel de costurera para una diseñadora de renombre mundial, Sarah no quiere nada más que la fama.
Un accidente de tráfico resultante le deja con la cara echa mierda. Con tal de recuperar su belleza, Sarah se somete a una cirujia experimental basado en celulas madre. En un principio, ella recupera su cara perfecta, pero desencadena un contagio en espiral, ya que en 24 horas sus amantes se vuelven rabiosos y violentos propagadores de la muerte y la enfermedad en su interior… Rabid.
Para remakear una película de David Cronenberg hay que tener pelotas o, en este caso, unos ovarios bien puestos.
A pesar de que han pasado más de 40 años desde aquella película, me sorprende ver que aquel film tenía un mayor despliegue que esta B-Movie dirigida por las hermanas Soska. El bajo presupuesto se nota en todos los frentes, desde la puesta en escena, la fotografía en general y los actores elegidos, muchos de ellos desconocidos salvo por la hermosa Laura Vandervort.
La película de Cronenberg, a diferencia de esta, mostraba como el virus desataba un caos en la ciudad o, al menos, Cronenberg se encargaba de dejarlo claro mostrando varias escenas, vamos que hasta teníamos accidentes de tránsito y explosiones, como si fuese una epidemia zombie, todavía recuerdo la escena del metro. Además de que era una cinta más oscura y sucia, con lo encantos de aquellos años.
El remake se centra mucho más en la metamorfosis de la protagonista más que en mostrar una epidemia en ciernes. Esto tiene que ver exclusivamente con temas de presupuesto y de su propia naturaleza de serie B. ¿El resultado de esto? Un remake que no está a la altura y que no mejora a la cinta original, a pesar de haber pasado más de 40 años.
Las comparaciones son odiosas, pero si nos desligamos de las comparativas y no centramos en lo que realmente ofrece la película, no esta tan mal. Hay dos elementos que la salvan. El protagónico de Laura Vandervoort y el gore.
A pesar de que la actuación de la actriz canadiense no es digna del Oscar, ella tiene ese ‘noseque’ que hace que la cámara la ame, lo que se llama carisma y presencia escénica, la suficiente como para llevar el peso de la película en sus senos…o era en sus hombros ¿? Da igual.
Se agradece el gore (medido) y que no se censure tanto, que deben ser las ventajas de ir directo a video y VOD. Las escenas de muertes correctas y hay las suficientes como para mantenernos distraídos de una trama un tanto mediocre, todo hay que decirlo. El final tiene un épico desenlace que no voy a revelar pero que deja algunas preguntas sin respuestas y con ganas de ver qué pasa a continuación