Año: 2018
Duración: 103 min.
País: España
Dirección: Miguel Ángel Vivas
Guion: Miguel Ángel Vivas, Alberto Marini
Reparto: José Coronado, Pol Monen, Ana Wagener, Sergio Castellanos, Sauce Ena, Ester Expósito
En 2.010, nos sorprendía gratamente Secuestrados un thiller lleno de tensión y violencia hiperrrealista dirigido por Miguel Ángel Vivas. Este buen trabajo le valió para que sus siguientes películas Extiction e Inside , fuesen producciones españolas pero con protagonistas y proyección internacional, y para dirigir capítulos de series tan conocidas como La casa de papel o Vivir sin permiso. En esta última coincido con José Coronado, protagonista de su última película, que nos ocupa hoy.
El hijo de Jaime (Coronado) recibe una brutal paliza en la puerta de una discoteca que lo deja en coma, y este decide intenta buscar a los culpables por sus propios medios, y si es necesario traspasara todos los limites.
La premisa la hemos visto ya mil veces en varias películas o series, pero en esta ocasión la variante esta en la transformación del personaje a medida que va descubriendo cosas, y también en las diferentes variables que se incluyen. pero lo que realmente diferencia a esta película del resto de este subgénero, es el giro final tan crudo que deja al espectador (y a los protagonistas) helados y reflexivo.
Pero para llegar a este punto, tenemos un thiller de ritmo desigual, con trozos emocionantes con gran intriga, y otros en los que las subtramas se van por las ramas y no aportan nada. Además se exagera el factor dramático y sentimental, para recalcar la relación estrecha entre padre e hijo, y dar mayor magnitud a los acontecimientos, pero las herramientas par ellos en algún caso son ridículas (como ese paquete que recibe, que es imposible que pueda pasar). Algunos de los momentos pretendidos como más tenso también pinchan, como ese en el que el protagonista intenta que el móvil no se bloquee (lo sencillo que habría sido ir a Configuración). También echamos de menos que la película sea más explicita y directa en sus escenas de acción y violencia, ya que mucha pasa fuera de cámara. Falta la valentía que popularizo a Miguel Ángel, cosas de la comercialidad.
En resumen, una película entretenida, con grandes ideas, pero que podría haber sido mucho mejor explotando las características que dieron fama a su director en la aplaudida Secuestrados