THEY LIVE IN THE GREY

Año: 2022
Duración: 120 min.
País: Estados Unidos 
Dirección. Abel Vang, Burlee Vang
Guion. Abel Vang, Burlee Vang
Reparto. Michelle Krusiec, Ken Kirby, Madelyn Grace, Audrey Moore, Ellen Wroe, Bernard Bullen, J.R. Cacia, Mercedes Manning, Cami Storm, Ian Stanley, Patrick Hume, Naomi Matsuda

 

 

 

Vivimos en una época en la que la disputa por contenido se encuentra en su punto más alto y eso provoca que los derechos de muchísimas películas sean adquiridos prácticamente a diario por distribuidoras o servicios de streaming. Algo que sin duda es positivo para la exposición del género de terror, pero que también trae consigo una problemática de no saber exactamente bien quienes se quedaron con los derechos y por ello muchas veces no se tiene conocimiento de algún proyecto hasta que se estrena, tal como fue mi caso con They Live in the Grey.

Una historia con la que los hermanos Vang claramente obtuvieron su inspiración de “The Sixth Sense” pero nunca pretenden copiarla a pesar de que las condiciones estaban dadas para eso y mejor optan por ofrecernos algo que trata varios temas complejos como lo son el duelo, el abuso infantil o la culpa. Todo bajo un ritmo que ciertamente no es el más fácil de digerir y que desde el primer acto puede representar una barrera para el espectador gracias a que la construcción está sustentada en situaciones depresivas que pretenden darle un tono súper serio a las cosas.

Lo cual funciona a cierto nivel gracias al personaje de Claire, cuyo duelo proporciona algunos de los momentos más potentes del filme tanto por la tragedia que vivió como por la vulnerabilidad que tiene ante los fantasmas que ve. El problema es que, en el afán de querer sobre elaborar cada detalle y cada diálogo, los hermanos Vang hacen que todo lo pensado para generar sustos por medio de los fantasmas se sienta ajeno gracias a que dichos momentos están bastante separados unos de otros y la mayoría no proporcionan el impacto deseado o un mayor dinamismo cuando es claro que el rumbo de la historia se va inclinando más hacia el lado sobrenatural y dejando la seriedad total atrás.

Es como si hubiera un conflicto sobre cómo sostener lo que han estado contando y jamás se deciden a darle rienda suelta a lo que es mejor para el desarrollo, generando con esto que se vaya alargando de manera innecesaria el tiempo de metraje para encontrar un balance adecuado. Uno que finalmente logran durante el último acto.

No solo por el hecho de que son los minutos más agiles, sino que por fin se abraza el lado sobrenatural mencionado y por medio de este se logra tener un nivel de intensidad que funciona bastante bien para construir un desenlace que puede resultar sorpresivo o no dependiendo de qué tanta atención se haya puesto previamente, pero que en términos generales brinda un cierre satisfactorio a una experiencia que parecía no iba a tenerlo.

Las actuaciones están bien, aunque básicamente es la película de Michelle Krusiec. Ella es quien añade todo el peso emocional a esta historia y la manera en la que maneja su duelo es realmente desgarradora de ver, haciendo que uno sienta empatía por ella de forma inmediata y se involucre de lleno con su problemática sobrenatural.

En cuanto a producción no está mal: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte es simple, el score resulta buen complemento, el trabajo de sonido es bueno, los efectos son sencillos y la labor de maquillaje correcta.

 

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s