Año: 2022
Duración: 90 min.
País: Estados Unidos
Dirección: Rich Ragsdale
Guion: Robert Sheppe, Mark Young
Reparto: Scout Taylor-Compton, Nolan Gerard Funk, Deborah Kara Unger, Jeff Fahey, Kevin Ragsdale, Erika Stasiuleviciute, Scott Johnson
Las películas sobre cultos tienden a volverse un tanto genéricas debido a que un gran porcentaje de estas suelen seguir una estructura similar, convirtiéndolas en experiencias poco llamativas para muchas personas. Un problema que en mi caso no suele ser tan importante debido a que es una temática que me resulta atractiva y siempre espero encontrar al menos algo interesante; sin embargo, The Long Night ha retado mi paciencia como pocos trabajos de este tipo últimamente.
El tranquilo fin de semana de una pareja toma un giro extraño cuando un culto y su maniático líder pretenden cumplir una profecía apocalíptica.
Ya que lo presentado por Ragsdale es de esas historias predecibles que no llevan a ningún lado y mejor se opta por alargarlas lo más que se pueda mientras se integran elementos al azar que tal vez logren generar interés en el espectador. Algo que se aprecia de manera muy clara durante una primera media hora en la que básicamente se te confirma el “misterio” en cuestión de minutos gracias al lugar de origen de la protagonista y después se trata de perder tiempo explotando la locación por medio de secuencias aburridas con alguno que otro simbolismo que no añade demasiado a la experiencia.
Siendo hasta la aparición del culto durante el segundo acto cuando se incrementa un poco el nivel de intensidad y salen a relucir determinados elementos supernaturales, pero esto no se traduce en una mejoría significativa debido a que con su presencia las acciones se vuelven incluso más repetitivas. Al grado de que se tiene que introducir de manera forzada y breve a un personaje cuyo aporte es nulo en la trama para tratar de ofrecer algo distinto dentro de esta dinámica carente de sustancia.
Simplemente todo avanza con una lentitud desesperante y realmente nunca se logran construir momentos que te hagan sentir gran preocupación por la pareja protagonista, quienes para este punto solo están ahí de adorno esperando a ser capturados de manera inevitable. Lo cual termina afectando a una parte final en la que ni siquiera una revelación de peso logra cambiar mucho las cosas, dejándonos ante un cierre carente de fuerza que por lo menos no deja ninguna pregunta al aire.
De las actuaciones tenemos a una Scout Taylor-Compton (Grace) que hace lo que puede con un personaje poco interesante, mientras que Nolan Gerard Funk (Jack) resulta odioso la mayoría del tiempo sin que realmente tenga que serlo. En cuanto a producción vemos una factura cuidada: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte discreta, el score es lo mejor de la película, el trabajo de sonido cumple, los efectos son simples y la labor de maquillaje efectiva.
Una película aburrida en la que lo mejor es su poster