Año: 2018
Duración: 90 min.
País: Reino Unido
Dirección: Johnny Kevorkian
Guion: Gavin Williams
Reparto: David Bradley, Abigail Cruttenden, Holly Weston, Sam Gittins, Grant Masters, Neerja Naik, Kris Saddler
Los motivos para elegir una película en el Festival de Sitges entre tanta oferta pueden ser varias: el director, actor o actriz, las criticas previas…En este caso no se daba ninguna de estas, y la decidimos ver por dos razones:
1- Estaba en la sección Panorama, donde se engloban las películas de terror 2- El argumento del programa oficial: «No hay nada más terrorífico que las Navidades, y es justo en esta época cuando, un día, la familia Milgram se despierta y descubre que hay una materia negra rodeando su casa. ¿Será un accidente? ¿Un ataque terrorista? La única respuesta que encuentran está en el televisor, donde se emite un mensaje todavía más perturbador que las dudas que tienen: “permanezcan en el interior y esperen próximas instrucciones”
Pues en esta ocasión hemos acertado plenamente. Nos encontramos una película que combina perfectamente la ciencia ficción, el terror, con mucho humor, grandes momentos de tensión, alguna sorpresa de guión, otros imaginativos, y unos correctos efectos digitales que no evidencian su ajustado presupuesto, todo esto con un aire muy ochentero.
En el primer tramo de la película cuando nos presentan a los peonajes, vemos que hace tiempo que el hijo no va por casa y lo hace con su novia, de origen hindú, esto crea tensión entre los demás miembros que son racistas, sobretodo el personaje del abuelo, un cascarrabias sin filtro, pero este asunto es tratado con mucho humor.
A partir de que se presenta el problema, y a medida que se va desatollando la historia, las diferencias entre los miembros por como actuar, las desconfianza y la paranoia hace que se cree una atmósfera de tensión constante, acentuada por una banda sonora minimalista con base electrónica (como toda la pelí con aire muy ochentero).
El desenlace es una sorpresa argumental pero sobretodo visual, con mensaje de trasfondo, que hace que se le pueda poner la ya popular etiqueta «a lo Black Mirror», pero esta cinta surgió antes que la popular serie, y es que tal y como contaron su director y productor en la previa, el proyecto se inicio hace 8 años, pero la falta de financiación ha ido posponiendo.
En resumen, una grata sorpresa, una película muy entretenida, y de solo hora y media de duración,algo de agradecer cuando se encadenan varias seguidas.